miércoles, 24 de agosto de 2011

LAS LECTURAS POÉTICAS EN DAMAJUANA


Foto Domingo F Faílde


24 de agosto de 2011
Elena Peralta, Dolors Alberola y Francisco Basallote, protagonistas, anoche, de una brillante lectura poética



A lo largo de cinco semanas, los asiduos a las lecturas que vienen celebrándose en Damajuana, dentro del ciclo La Voz y la Palabra, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que hemos vivido momentos de altura e intensidad verdaderamente memorables: voces jóvenes que levantan el vuelo con fuerza, voces en vías de consolidación o ya consolidadas, voces de distintas tendencias y estilos… La noche de ayer estuvo consagrada a la veteranía y perfección de maestros indiscutibles, caso de Dolors Alberola y Francisco Basallote, cuanto, acaso con menos horas de vuelo, pero idéntico afán de tocarle a la poesía la orla del vestido, las primicias de una autora aragonesa,

Elena Peralta, que o mucho nos equivocamos o leia por primera vez ante un auditorio andaluz.
La autora aragonesa sorprendió a sus oyentes con una poesía sencilla, de corte clásico, en la que abundaban los metros tradicionales y emergía, purísimo, un lenguaje cuidado que, no obstante, daba entrada a expresiones de indudable modernidad, generando una música a la que la cuidada dicción de la autora –también actriz dramática- contribuía en gran medida. Su capacidad de emoción caló profundamente en el público.

Dolors Alberola, haciendo honor a lo que de ella dijera un día Josela Maturana, no defraudó a sus numerosos lectores, a quienes sorprendió con una depurada galería de poemas inéditos, a los cuales añadió sabiamente algunas piezas conocidas, que suelen suscitar el entusiasmo de la concurrencia. Una vez más, la magia de la autora unificó pasado, presente y futuro, con su visión peculiar del tiempo y el espacio, trasladándonos a remotas estaciones para emprender viaje a los grandes misterios de la existencia, en versos brillantes de gran originalidad, que confirmaron su indudable maestría. El lenguaje, en sus manos, se torna dócil y maleable, plegándose con extraña facilidad a los designios de la poeta y abundando en imágenes visionarias y sutiles efectos sonoros.

Francisco Basallote dejó también constancia de su magisterio. Poeta denso y hondo, maestro también en el difícil arte del haiku, este vejeriego universal ha creado una obra apreciada y apreciable, limpia y hermosa, que pone la mirada en la naturaleza y el hombre para alcanzar a ver la propia interioridad. Aunque cronológicamente se inscribe en la generación del 70, y así lo verifica su acendrado sentido de la estética, su poesía se ha forjado en la soledad; es un poeta contemplativo –aunque no elude nunca el compromiso, si se ha menester- que busca la belleza en todos sus grados y matices, inundando de luz su palabra, siempre clara, serena y vigorosa, hasta dar en la diana de la perfección.

Una velada más que, en este caso cuanto en los que le precedieron, es sinónimo de singularidad o -viene a ser lo mismo- de verdadera y excelente poesía.

martes, 23 de agosto de 2011

CURSO ESCOLAR 66-67




Estoy a más de mil kilómetros del hogar donde dejé mi niñez. Allá quedó la peonza verde, el arco y las flechas, y las canicas con las que jugaba. Los fantasmas de aquellos días son hoy mis inquilinos. El silencio y la soledad, luchan por el primer lugar en mi alcoba. Pero esta mañana... me he despertado dispuesto a salir al mundo y comprar 300 gramos de caricias, aviones sin destino y carcajadas.


El sabado día 27 nos reuniremos en Ribarroja de Ebro, después de 45 años.
La infancia vuelve vestida de personas mayores que desean encontrar en el rostro del otro un retal de aquel niño.